El tres de marzo de 1948 nace en Balcarce Juan Domingo, hijo de Juan Bautista y María Nélida Ledesma.
La escuela primaria la cursó en la Escuela 3 y terminó los últimos dos años en la Escuela nro 1.
A los catorce años comienza el profesorado de Danzas en el Instituto Polivalente de Arte de Mar del Plata. Egresó a los diecisiete. Desde ese día no ha dejado de bailar o de estar ligado a las danzas tradicionales yal folclore.
A los veintidós años se casó con Julia Esther Colavita. Silvana, Karina, Juan Pablo, Betiana y Nicolás son sus hijos.
Ha sido chapista autodidacta, y desde hace 25 años trabaja en Stoppani Riegos.
Su sueño ha sido ver a sus hijos en su misma profesión artística.
Entrevista: César Gustavo De Gerónimo
Fotos: Diego Colaneri / archivo JDS
Juan Domingo “Chiqui” Smiraglia nos recibe interpretando una Huella de su creación a la que todavía, nos confiesa, no le ha puesto nombre. Apesar de haber sido utilizada en numerosas coreografías por otros tantos grupos de baile criollo, Chiqui predice que seguirá sin nombre.
Ha tenido la constancia de investigar sobre todas las danzas y aprender su música.
Empezaste a los catorce años el profesorado de danzas.
Mi historia comienza en la escuela primaria. En aquella época se enseñaban las danzas folclóricas, cosa que hoy se ha perdido. Yo me entusiasmé enseguida. Una profesora de canto y danza de apellido Montenegro, me dijo que si quería estudiar en profundidad la danza, fuera al club Mitre cuando éste estaba en la calle 18 frente al cine Moderno. Así fue que el sábado posterior estaba yo en el club. Mi primer profesor fue el paisano (CarlosMáximo) Cabrera. Le agradezco toda la vida lo que hizo por mí. Después comencé en otras agrupaciones, La Cruz del Sur, la peña El Ombú, la peña José Hernández. Bailé en El Ceibo en Mar del Plata y fue donde comencé elprofesorado. Duró tres años. Después que me recibí volví a Balcarce con algunas vueltas a El Ceibo para algunas actuaciones.
Y acá por supuesto participando de festivales.
Si, por supuesto. Como ya estaba totalmente ligado alfolclore comencé a estudiar guitarra con mi tío Egidio (Smiraglia). Fui muy poco porque aunque me gustaba mucho la guitarra no me entusiasmaba el solfeo y quería tocar algo, algún sonido, una canción. Toda mi familia está ligada a la música. Mi abuelo estaba en una banda municipal, mi viejo también tocaba la guitarra, mi madre aborigen..., debe ser la pasión por el folclore.
Que lo has demostrado en los grupos que has dirigido...
Siempre me gustó mucho bailar pero más me gusta enseñar. He visto casos de grandes bailarines que no les gusta enseñar pero no es el caso mío.
También se dio la coincidencia de grupos de trabajo muy buenos.
Si, y el compañerismo también, porque es muy difícil trabajar con grupos grandes.
¿Cuándo empezaste a ir a Cosquín?
Más de diez años. Empezamos con Pablo Salvatierra, a quien quiero como un hijo y es un grande. Hace mucho tiempo y la verdad es que no soy de los que cuentan los años que pasan, me pasan las cosas y listo.
También jugaste fútbol en primera.
En Amigos Unidos jugué muy corto tiempo, entre los catorce hasta los dieciocho. Jugué en todos los puestos en la delantera. Luego tuve un accidente con un árbitro, me suspenden y se terminó mi carrera. Ya me llegaba la colimba, me había roto la rodilla jugando en el campo, decidí esperar a operarme y nunca lo hice.
¿Cuándo llegó Confluencia?
Caí un poco por sorpresa. El grupo ya estaba conformado y necesitaban percusión y alguien que conociera el folclore. Yo como andaba ya en esto, la danza y tocaba el bombo y la guitarra, me vinieron a ver y allí fui con mi bagaje.
Vos tenías la ventaja de conocer los dos lados: la música y la danza.
Justamente por eso. Los distintos ritmos eran conocidos para mí y a ellos les servía esa experiencia.
Cuando he visto bailar a los grupos tuyos creo que, aparte el Chúcaro, fueron las primeras veces en que la danza folclórica me emocionó, me llegó. Una danza hecha con sentimiento, con pasión. ¿Eso es lo que vos sentís de la danza?
La danza es mi vida. Cuando yo bailo, sea en ensayo o en otro lado, bailo como si estuviera en un escenario. Lo primero que nos enseñan a los bailarines es que la danza es un eterno conquistar a la dama como lo hacía el gaucho. Uno al bailar muestra que está conquistando a la dama y la dama corresponde. Eso lo he incorporado de tal manera que no lo puedo hacer distinto. El bailarín que baila con el corazón así lo hace, porque lo siente. La danza va mucho más allá del movimiento perfecto o de un giro determinado. A veces discuto por el tema de la zamba por ejemplo. No se trata de bailar por bailar o de tirar un pañuelo a laire. Para colmo es una danza que no tiene zapateo y no tiene otra cosa que el galanteo del hombre con el pañuelo yl a parte expresiva. Si una zamba no la bailás con expresión no sirve, yo no lo hago. Es muy difícil de interpretar.
Eso te iba a preguntar, por la coreografía...
La zamba no tiene coreografía, es libre. El paisano no tenía coreografía para bailar una zamba. El salía a bailar y cuando convidaba a una dama lo expresaba con el pañuelo y ella también. Hay una coreografía básica solamente para decir que la tiene.
¿En eso es distinto a la chacarera?
Depende, porque la chacarera de monte adentro, como le llaman en Santiago del Estero, se baila como se siente. Ellos no tienen coreografía, zapatean cuando les queda cómodo y las chicas se zarandean cuando les conviene. La otra chacarera, la de la capital, le hicieron una base para mostrarla. A mí me tocó bailar la chacarera con una santiagueña en Los Pinos. Ella me sacó a bailar y me dijo: “yo de coreografía no sé nada, la bailo como la siento, como la bailaba en Santiago”. Salimos a bailar y me pegó un mambo porque no sabía cómo seguirla...
¿Cuál es la danza tradicional más antigua?
Figura el pericón, pero no es. Está entre la huella y el triunfo que no eran danzas sino cantos de protesta y servían de chasqui llevando y trayendo mensajes. Después nace la danza. Vas a escuchar muchas huellas y triunfos cuyas letras se refieren a las realidades del momento.
Mucha música folclórica argentina tiene influencia española...
Toda.
En algunas es más notables que en otras.
El sólo hecho de ver al bailarín plantado, es un español. Las palmas, las castañas, la vestimenta, todo es derivado de los españoles.
¿Qué se le ha agregado aquí?
En el zapateo, que también es de origen español, está la diferencia. Creo que el malambo es lo más vistoso como destreza. Los ritmos son parecidos con el español y el americano. Se asemeja mucho al ruso y el ritmo es africano puro.
Con el tiempo cambiado...
Claro, la síncopa que tiene el malambo es agregado nuestro pero la base es africana. Que la trajeron los españoles.
De ahí derivaron el tango, el candombe la milonga...
Todas las músicas derivan de ahí... El Chango Farías Gómez hizo una fusión de música nuestra con el flamenco y cuando la escuchás no te das cuenta. Hay tanta influencia...
Uno de los tantos premios se debe al tema Ña Lucinda.
Con este tema llegamos a la final de Cosquín con Pablito Salvatierra. Se lo hice a mi abuela india, hija de indio. Es un gato que lo grabó Pablo y Carlos Delgado también. Me gusta escribir, alguna vez me trataron de poeta pero creo que para mí es una palabra muy seria. Me gusta, lo hago mal,bien o regular y cuando lo hago pongo todo lo que sé. Por supuesto que lo hago con la guitarra en la mano. Sobre la música, escribo la letra.
Cualquiera que te escucha puede pensar que tu sueño está realizado.
No sé si los cumplí. Nunca me preocupé por plantearme cumplir con sueños. Tal vez los derivé a mis hijos. Tuve la suerte de que Nicolás me diera un montón de satisfacciones. El sueño lo tenía con Pablo que jugando al fútbol abandonó en su mejor momento. Se iba a jugar a Independiente pero no se dio. Quedó incompleto.
Nos quedamos con ganas de seguir hablando con Chiqui Smiraglia por varias horas. Al despedirnos nos deja un último mensaje:
Lo que siempre le digo a la juventud que anda en el folclore que no hay que abandonar esto. Yo he trabajado toda mi vida y no he dejado el folclore.
